Los acolchados orgánicos emergen como una alternativa ecológica y sostenible para controlar el crecimiento no deseado de hierbas entre las vides. Estos materiales naturales no solo aportan múltiples beneficios al suelo, sino que también ayudan a promover prácticas agrícolas más responsables. Los acolchados orgánicos, como la paja o los restos de poda triturados, han demostrado ser excelentes para combatir el crecimiento de malas hierbas. Estos materiales mejoran la calidad del suelo al reducir su densidad y compactación, aumentar su fertilidad, porosidad y estabilidad, y aumentar la retención de agua en el suelo. Este último punto es crucial, ya que disminuye la evaporación y mejora la capacidad de almacenamiento e infiltración de agua en el suelo, contribuyendo así a una gestión más eficiente de los recursos hídricos en los viñedos.
Un estudio exhaustivo realizado a lo largo de tres años (2019, 2021 y 2022) por el grupo “VITIS GESTIÓN” tuvo como objetivo principal evaluar la efectividad de tres tipos diferentes de acolchados orgánicos en comparación con dos métodos tradicionales para controlar el crecimiento de malas hierbas. Además, este estudio arrojó luz sobre cómo la presencia de diferentes especies vegetales variaba según el tipo de acolchado utilizado.
Los acolchados orgánicos analizados en este estudio incluyen la paja, los restos de poda triturados y el sustrato post-cultivo de champiñón, que es una mezcla de paja, estiércol de ave y urea (ver en las fotos A, B y C respectivamente). Estos tratamientos se compararon con dos enfoques tradicionales: el uso de herbicidas y la labranza inter-cepa.
Los resultados revelaron que, de los tres acolchados orgánicos examinados, la paja y los restos de poda son opciones viables para controlar el crecimiento excesivo de hierbas en las filas de las vides, logrando reducirlo a menos del 30% de la superficie del suelo. Además, el análisis de biodiversidad mostró que los acolchados orgánicos no solo afectan la cantidad de especies presentes, sino también su composición. Estos acolchados fomentan una mayor diversidad de especies, incluyendo algunas beneficiosas para el ecosistema, mientras que los métodos tradicionales tienden a favorecer la proliferación de especies que compiten directamente con las vides.
Artículo de referencia: https://doi.org/10.1016/j.eja.2023.126997
Fuente: ICVV
El pasado mes de julio Vinidea, en colaboración con WICA..
El cambio climático es uno de los desafíos más grandes..
La microbiología del suelo desempeña un papel fundamental en la..
Aún hoy, la bentonita representa el coadyuvante más eficaz para..
Uno de los aspectos de mayor interés actualmente en el..