El interés por el análisis del contenido de fosfitos en uvas y vino es debido, desde un punto de vista normativo, a la presencia de residuos producidos por el fosetyl-Al, un producto fitosanitario ampliamente utilizado en viticultura contra el mildiu, al ser los fosfitos los principales productos de degradación.
El límite máximo europeo es relativamente alto y no representa un problema para los productores. Sin embargo la falta de criterios y normas comunes en los países no europeos podría provocar serias dificultades para la exportación de vino. Un ejemplo es el caso de Estados Unidos, donde en la primavera de 2014 la poca claridad regulatoria provocó situaciones de alarmismo entre los operadores europeos del sector del vino o en países como China e India, cuyas normativas imponen un límite demasiado bajo.
Por este motivo, surgió el interés en estudiar el tema de los fosfitos en el sector vitícola-enológico y, siempre en el marco de este trabajo pero centrándose en los aspectos enológicos, su evolución con respecto a la técnica de vinificación y a la cepa de levadura.