¡No hay agua en mi vino, pero no hay vino sin agua!
El agua es esencial en cualquier actividad vinícola y debe ser preservada. Optimizar el consumo y limitar la contaminación están empezando a convertirse en una prioridad real para el sector vitivinícola.
La reducción del consumo de agua no debe comprometer la calidad de la limpieza y de la higiene en general. Esto se puede lograr a través de procesos más sobrios y limpios, combinados con procedimientos o técnicas de limpieza y desinfección adecuados.
Usar agua sin consumirla: ¿un desafío para el futuro?
En este artículos algunos útiles consejos para conseguirlo