La correcta aplicación de los productos fitosanitarios es un tema que desde hace años despierta gran interés, y en particular los nuevos métodos que permiten reducir la deriva y mejorar la cobertura del objetivo por parte del producto. La eficacia de la pulverización depende de muchos factores: objetivo, eficacia de la pulverización, preparación del operador, tipo de gestión, tiempo, características de la cubierta vegetal, etc.
Un buen control de las enfermedades y de los insectos depende de la correcta cantidad de producto fitosanitario utilizado en el momento adecuado. Una aplicación no correcta puede provocar la resistencia a la enfermedad, un mal control de los insectos o de las enfermedades y un aumento del coste y del riesgo de contaminación química del ambiente.
El mecanismo de acción de los equipos de atomización a menudo deja mucho que desear. La mayor parte de los viticultores sabe que existen tres factores que influyen sobre la eficacia del tratamiento: velocidad de avance, tamaño de las boquillas y presión del sistema; pero a menudo subestiman los factores que ayudan a dirigir el flujo de producto hacia el objetivo: caudal de aire, caudal de líquido, velocidad de avance y estructura de la vegetación. En este artículo se describen algunas medidas prácticas relacionadas con estos últimos aspectos.
Trabajo presentado en el International Cool Climate Wine Symposium, ICCWS, Brighton, Inglaterra, 26-28 de mayo de 2016