El cambio climático es uno de los desafíos más grandes a los que se enfrenta la viticultura moderna. Entre sus principales efectos se encuentran el aumento de las temperaturas y la creciente escasez de agua, factores que afectan directamente al comportamiento de las vides.

En este breve vídeo extraido del webinar “Cambio climático en el viñedo y sequía: oportunidades y desafíos”, Claudio Pastenes, Universidad de Chile, analiza en particular el papel clave desempeñado por el ácido abcísico en la respuesta de las vides al estrés hídrico.

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El impacto del cambio climático en las vides

Aumento de la temperatura y estrés hídrico

El cambio climático trae consigo riesgos considerables para los viñedos. El aumento de la temperatura, combinado con la falta de agua, genera estrés hídrico en las plantas, afectando al crecimiento vegetativo y al volumen de las bayas. Sin embargo, estos factores también ofrecen oportunidades para mejorar ciertos aspectos de la calidad del vino.

Una de las respuestas más notables al estrés hídrico en las vides es la aceleración del metabolismo secundario. Este fenómeno está vinculado al incremento de la concentración de azúcares durante el envero, y del ácido abcísico, una hormona clave en la regulación de varios procesos en la vid.

Ácido abcísico: su rol en la maduración de la uva

Aceleración de la síntesis de antocianos

En estudios recientes, se ha observado que tanto la sacarosa como el ácido abcísico inducen un aumento en la expresión de genes asociados a la síntesis de antocianos, los pigmentos responsables del color en las uvas.

Durante el envero, la concentración de ácido abcísico aumenta de manera natural en los frutos no climatéricos, como es el caso de las uvas. Este incremento hormonal está vinculado a la maduración de la fruta, actuando en diversas rutas metabólicas que promueven la síntesis de compuestos fenólicos.

Modulación de la síntesis de flavonoles y taninos

En un experimento, se aplicaron distintas concentraciones de ácido abcísico en vides durante el envero, y se observó cómo esta hormona influía en la síntesis de varios compuestos clave, como los flavonoles y los taninos condensados. Estos últimos son responsables de aportar estructura, astringencia y amargor al vino, además de actuar como copigmentos que estabilizan el color.

Uno de los hallazgos más interesantes fue que, tras la aplicación de ácido abcísico, se registró una prolongación en la síntesis de antocianos, que normalmente dura alrededor de 30 días. Este efecto prolongado podría tener implicaciones importantes en la calidad y la estabilidad del color del vino.

Genes involucrados en la ruta de los compuestos fenólicos

Expresión de genes clave en la síntesis de antocianos

La investigación también estudió la expresión de varios genes implicados en la ruta de los compuestos fenólicos. Entre ellos, se incluye la PAL (fenilalanina amonio liasa), que cataliza una de las primeras reacciones en la síntesis de antocianos, y la ANS (antocianidina sintasa), una enzima clave en la última etapa de esta ruta.

La aplicación de ácido abcísico provocó un aumento en la expresión de estos genes, extendiendo su actividad más allá del periodo habitual de síntesis de antocianos. Este fenómeno sugiere que el ácido abcísico podría tener un efecto de largo plazo en la acumulación de pigmentos, con posibles implicaciones en la concentración final de antocianos en las uvas.

Competencia entre la síntesis de antocianos y flavonoles

Por otro lado, se observó que la síntesis de flavonoles y taninos disminuye tras el envero, dado que compiten con los antocianos en la ruta de los fenil-propanoides. Sin embargo, la aplicación de ácido abcísico retrasó esta disminución, lo que sugiere una modulación compleja de estas rutas metabólicas. Curiosamente, después de 40 días, ambos compuestos mostraron un repunte en su concentración, lo que indica una posible retroalimentación positiva en respuesta a la aplicación exógena de ácido abcísico.

Conclusión

El cambio climático plantea importantes desafíos para la viticultura, pero también ofrece oportunidades para optimizar la calidad del vino a través de la manipulación de factores como el ácido abcísico. Esta hormona juega un papel crucial en la respuesta de las vides al estrés hídrico, promoviendo la síntesis de antocianos y modulando la producción de flavonoles y taninos. La investigación en este campo es fundamental para entender cómo las vides pueden adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y cómo los enólogos pueden aprovechar estos cambios para mejorar la calidad de sus vinos.

Texto extraído de la ponencia por Claudio Pastenes, Universidad de Chile, en Enoforum on the Road 2023 

Si quieres saber más sobre este tema, en este enlace encuentras la presentación completa: “Cambio climático en el viñedo y sequía: oportunidades y desafíos