Durante la sesión SOIL4WINE organizada en el marco del congreso ENOFORUM 2017, el Prof. Tabaglio introdujo los principios básicos de la agricultura de conservación estigmatizando la importancia del cuidado de la tierra para el suelo.
La agricultura de conservación tiende a preservar el SUELO, recurso no renovable, al evitar fenómenos de erosión, pérdida de fertilidad, compactación e impermeabilización. Es necesario pensar en el sistema vitivinícola como un todo, y en este contexto es importante el concepto de la salud del suelo para conseguir un agrosistema sostenible.
El suelo es un organismo vivo, con una microbiota hecha de bacterias, hongos, actinomicetos, algas y protozoos, además de organismos más grandes; entre ellos, las lombrices juegan un papel esencial porque enriquecen de sustancia orgánica las capas más profundas y crean una porosidad estable.
La reducción del laboreo conserva la vitalidad del suelo y aumenta su porosidad: además de las galerías producidas por las lombrices – y estabilizadas por el mucílago producido por ellas – hay biocanales arborescentes formados por las raíces, interconectados y sin solución de continuidad.
La materia orgánica en el suelo está disminuyendo progresivamente con el tiempo, acercándose en muchos de ellos al 1% de materia orgánica, que está considerando como el límite mínimo por debajo del cual el daño es permanente. Los glomérulos de tierra se estabilizan cuando hay materia orgánica que mantiene unidos los componentes.
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Véase también la ponencia de Stefano Poni en el módulo SOIL4WINE de Enoforum 2017:
Modular vigor, productividad y calidad de la uva a través del manejo del suelo