La producción de fenoles volátiles por Brettanomyces es una de las principales causas de alteración de los vinos. El control y gestión de esta levadura es uno de los aspectos más importantes de la vinificación ya que su presencia puede provocar la aparición de defectos organolépticos importantes.
 
La OIV adoptó en noviembre 2014 un “Código de Buenas Prácticas Vitivinícolas para Evitar o Limitar la Contaminación por Brettanomyces» (resolución OIV-OENO 462-2014),  donde se describen las técnicas que se pueden aplicar a nivel de viñedo y bodega con el fin de ayudar a reducir los riesgos relacionados con su presencia. 
 
El Código de la OIV para evitar la contaminación por Brettanomyces se encuentra ya disponible en varios idiomas en su página web (pulsa aquí para descargar la versión en castellano).