En el marco de un proyecto de investigación dedicado al estudio de los efectos del calentamiento global en el sector enológico, el Departamento Técnico de Inter Rhone ha estudiado el efecto de la fecha de vendimia sobre el perfil sensorial de las uvas Viognier y Garnacha blanca.

Establecer la fecha óptima de vendimia es crucial para la calidad final de los vinos. Para ello es necesario tener en cuenta tanto la madurez tecnológica (equilibrio de ácidos y azúcares) como la madurez fenólica (antocianos y taninos) y aromática (revelación de aromas varietales).

Se consideró una parcela de Viognier y una parcela de Garnacha con el fin de estudiar  diferentes niveles de madurez para estos dos varietales y determinar su impacto en los perfiles sensoriales finales de los vinos obtenidos.

Los resultados obtenidos mostraron claramente una variación significativa en el perfil organoléptico. En Viognier, la vendimia temprana generó un vino ácido, poco expresivo y falto de redondez. Por el contrario, la vendimia tardía confiere al vino un perfil aromático, más expresivo pero más pesado en boca y falto de vivacidad. El mejor compromiso demostró ser un vino elaborado con una vendimia intermedia, que aportó un interesante equilibrio, frescura y complejidad aromática.

La Garnacha blanca se vio más afectada por la fecha de vendimia. El resultado mostró ser realmente diferente con solo 7 días de diferencia entre cosechas. La cosecha más temprana produjo un vino más expresivo, con más notas frutales y una acidez significativamente más alta. El vino de la cosecha tardía fue menos afrutado en nariz y el paladar mostró poca acidez y amargor y una nota grasa y picante. Para esta uva, las diferencias de madurez técnica entre las fechas de cosecha son reducidas, sin embargo el impacto en el perfil organoléptico es muy evidente, ya que la vendimia precoz produce un vino más interesante.

Fuente: Inter Rhône