La nutrición desempeña un papel crucial en el desarrollo de la vid, el crecimiento de la vegetación y la composición de las uvas. Tradicionalmente, la nutrición de la vid siempre se ha llevado a cabo mediante aporte de fertilizantes al suelo que luego son absorbidos por las raíces de la planta. A causa del cambio climático y de las sequias estivas cada vez más frecuentes, la fertilización del suelo ya no es la mejor solución para aumentar los niveles de nitrógeno en los mosto y las vides. Por otro lado, la fertilización foliar es una técnica ampliamente utilizada en varios cultivos y puede conducir a una rápida absorción de nutrientes a través de las hojas.

Se ha demostrado que la fertilización foliar con nitrógeno (N) y con nitrógeno y azufre (N + S) durante el envero tiene una influencia positiva en la composición química de las uvas, en el crecimiento de las levaduras y en su metabolismo, produciendo vinos más aromáticos.

Os proponemos la lectura de una revisión bibliográfica (en inglés) realizada sobre el tema por un reciente proyecto sudafricano.

En este primer artículo publicado en la revista sudafricana WineLand, se analizan algunos aspectos fundamentales de la fertilización foliar con azufre y nitrógeno.

Para leer el artículo: sigue este enlace