Botrytis cinerea es un organismo fúngico filamentoso que infecta los tejidos de la uva, sobre todo las bayas de uva después del inicio de la maduración. El hongo es responsable de la enfermedad del moho gris (podredumbre del racimo por Botrytis) de las uvas. En algunos viñedos y algunas temporadas, la infección por Botrytis puede ser tan grave que puede dar lugar a la pérdida total de la cosecha.

La detección temprana es crucial para poder vendimiar un viñedo antes de que el nivel de moho alcance un umbral en el que ya no sea económicamente viable recoger la uva. La detección e idealmente la cuantificación de la contaminación por Botrytis no es fácil, especialmente en ciertas variedades de uva de piel oscura. Por otro lado, las variedades de uva que producen racimos compactos son más susceptibles al moho gris. En consecuencia, el moho gris a menudo se encuentra oculto en el interior del racimo y no es posible verlo.

En un proyecto concluido recientemente, Christopher Steel, profesor de viticultura de la Universidad Charles Sturt y su equipo de investigación han estudiado técnicas que pueden proporcionar a los viticultores herramientas más fiables para la detección precoz de botrytis. Según los autores, los resultados obtenidos permitirán a los productores tomar decisiones sobre cuándo vendimiar o, en casos extremos, decidir si vale realmente la pena.

En un principio se definieron una serie de umbrales de contaminación de los racimos de uva de vino con Botrytis midiendo la cantidad de biomasa fúngica presente en un lote de uvas y luego vinificando las uvas. A continuación, se realizó un análisis sensorial del vino obtenido para identificar los umbrales que determinaban una pérdida notable de calidad del vino.

La determinación de la cantidad de hongo presente en una muestra de uva se hizo con diferentes técnicas, y en particular: cuantificando el ergosterol, un esterol fúngico presente solo en las células fúngicas (el colesterol es el esterol equivalente presente en humanos y otros animales) y midiendo los antígenos de Botrytis. La prueba de antígeno para Botrytis usa un dispositivo de flujo lateral (similar a los dispositivos que se usan para otras mediciones, incluido el virus COVID 19) y es mucho más rápido que medir el ergosterol.

“La medición de los antígenos de Botrytis es una forma rápida de cuantificar la cantidad de Botrytis presente en un lote de uvas con tiempos de análisis de minutos en lugar de horas o días” afirma Cristopher Steel. “Con el dispositivo estudiado, fue posible identificar niveles de umbral de contaminación por Botrytis, aunque es importante tener en cuenta que nuestro estudio solo analizó dos añadas y solo algunas variedades de uva. Por lo tanto, se necesita un mayor número de muestras para poder validarlo en un contexto comercial».

En este trabajo se compararon también otros métodos utilizados para detectar el moho gris, incluidas las pruebas de ácido glucónico y qPCR. “Cada una de las técnicas tenía limitaciones y ventajas, por lo que una recomendación para la industria del vino es usar una combinación de métodos. La medición de ergosterol proporcionó una medida directa de la biomasa fúngica, pero no fue tan específica como la medición del antígeno Botrytis” señala Steel.

Por otro lado, analizar el contenido de ergosterol de un lote de uvas requiere un tiempo de análisis de aproximadamente dos días. La cuantificación de la cantidad de Botrytis presente en un lote de uvas mediante la medición de antígenos fúngicos es la forma más rápida y sencilla de realizar el análisis, ya que se necesitan solo unos minutos. Por el momento, el dispositivo usado no está a la venta, aunque según los investigadores, en poco tiempo estará a disposición de los viticultores

En este enlace puedes consultar los resultados completos del trabajo: 
https://www.wineaustralia.com/research/projects/determining-thresholds-for-bunch-rot-tol