La crianza en barricas nuevas es realizada siempre con muchos recelos por parte de los productores de los grandes vinos de Grenache noir que, en general, prefieren utilizar fudres o barricas de segunda mano para preservar los aromas característicos de la cepa y evitar una tanicidad excesiva debida a la madera. El artículo presenta los resultados obtenidos con cuatro modalidades de crianza en barrica que han considerado el volumen del recipiente, el grano, el tostado y la crianza sobre lías.