El proyecto Soil4Wine LIFE+ tiene como objetivo mejorar la gestión del suelo en el sector vitivinícola y definir herramientas y metodologías destinadas a respaldar sus funciones.

Las actividades demostrativas se llevan a cabo en viñedos piloto ubicados en las provincias de Parma y Piacenza (Itallia) y dentro de cuatro áreas naturales protegidas: Parco dei Boschi di Carrega, Parco del Taro, Parco del Trebbia y Parco dello Stirone y Piacenziano.

En los viñedos de los demo farmers, ubicados dentro o cerca de las áreas protegidas, se utiliza un DSS para la gestión vitivinícola sostenible y se aplican técnicas de cultivo innovadoras. La adopción de estas herramientas y métodos de cultivo genera beneficios para la comunidad y el medio ambiente. Estos beneficios son servicios reales.

Los llamados servicios ecosistémicos se definen como «los múltiples beneficios proporcionados por los ecosistemas al género humano». Se trata de servicios que la naturaleza ofrece a los seres humanos y, por lo tanto, pueden tener un valor de mercado.

Un aspecto particularmente innovador del proyecto SOIL4WINE es la cuantificación de los servicios ecosistémicos del suelo, tanto desde un punto de vista biofísico como económico. Además, se realizan estudios de factibilidad para la implementación de mecanismos de Pago de los Servicios Ecosistémicos, dirigidos a remunerar a los agricultores por los beneficios ambientales generados por las prácticas innovadoras.

Durante el proyecto se identificaron 5 servicios ecosistémicos vinculados a técnicas innovadoras de cultivo: protección frente a la erosión, regulación del agua, absorción de carbono, protección de la biodiversidad, calidad del paisaje. De hecho, un viñedo gestionado de forma sostenible:

– reduce la cantidad de suelo que es arrastrado por el agua de lluvia, disminuyendo la predisposición a la inestabilidad de la ladera

– aumenta la cantidad de agua que se infiltra en el suelo y se almacena bajo tierra, ampliando la reserva de agua subterránea;

– aumenta la cantidad de anhídrido carbónico absorbido por el suelo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero;

– aumenta el número y la constancia de las especies animales (p. ej., micro artrópodos) contenidas en el suelo, mejorando la calidad de los hábitats;

– produce mejorías también desde el punto de vista estético, al mejorar el paisaje y favorecer el uso de los territorios, también desde el punto de vista turístico.

Para dar algunos ejemplos numéricos, las acciones demostrativas en los primeros dos años del proyecto han evidenciado que la viticultura sostenible conduce a los siguientes resultados:

• 85% menos de suelo erosionado

• 55% más de agua acumulada

• 15% más de CO2 absorbido.

El proyecto también permitió estimar el valor económico de los servicios ecosistémicos analizados:

• Protección frente a la erosión (€ 700 / ha por año).

• Regulación del agua (€ 600 / ha por año).

• Absorción de carbono (28 € / ha por año).

• Protección de la biodiversidad (57 € / ha por año).

• Calidad del paisaje (46 € / ha por año).

En 2019 el proyecto se centrará en los estudios de viabilidad de los mecanismos de pago para los servicios ecosistémicos, que serán tanto públicos (por ejemplo, redistribución de los impuestos sobre el turismo) como privados (por ejemplo, valorización del sector).

Por último, se evaluará el potencial de transferibilidad de los métodos y herramientas de SOIL4WINE a otras producciones agrícolas.