Los viticultores llevan luchando contra la flavescencia dorada desde el año 1950, cuando apareció el primer brote de esta enfermedad. Son enfermedades con un importante impacto económico en los viñedos ya que provocan pérdidas significativas y afectan a la calidad de la cosecha. Pueden incluso provocar la muerte de la cepa y por tanto poner en peligro la sostenibilidad de la viña. Debido a su naturaleza epidémica y a su importante incidencia la lucha contra esta enfermedad es indispensable y obligatoria.
El IFV acaba de publicar un video en el que Bernard Molot, investigador del centro del IFV del Ródano-Mediterráneo explica en qué consiste esta enfermedad, cómo reconocerla y qué medios de lucha existe a disposición.
Para ver el video sigue este enlace.