La mecanización del viñedo, hoy en día, no es sólo función de la disponibilidad de mano de obra y del coste del trabajo manual sino que está adquiriendo cada vez más importancia de cara a la calidad de la uva, al equilibrio del vino y a su interacción con el “terroir”. Una vendimia mecanizada realizada en unas condiciones óptimas puede convertirse en un factor cualitativo importante; esto es aplicable también a la poda invernal mecanizada, sobre todo cuando esta técnica es utilizada como un « factor correctivo » para los viñedos en los que el vigor es elevado y en los que, bastante a menudo, el hecho de aumentar el rendimiento hasta un determinado nivel contribuye a equilibrar la vid. El papel que en este caso desempeña la poda de verano mecanizada es todavía más evidente. Las prácticas mecánicas como el despunte o el deshoje, utilizados de forma correcta en función del momento y de la severidad de su aplicación, son de importancia capital para alcanzar unos niveles de calidad de la uva excelentes. Artículo pay-per-view disponible al precio de € 3,5 de crédito Infowine.