La microoxigenación (Mox) aplicada después de la fermentación maloláctica (FML) tiene como objetivo inducir un envejecimiento acelerado del vino para anticipar la salida al mercado del vino.
En condiciones ideales, todo el oxígeno básicamente reacciona con el SO2, dando lugar a una relación estequiométrica de 4:1, sin embargo, en condiciones reales, los vinos no siempre siguen esta relación.
Una hipótesis es que después de la FML, hay todavía algunos microorganismos inactivos, pero biológicamente activos que pueden crecer durante la Mox, y utilizar este oxígeno para aumentar la producción de acetaldehído.
Los objetivos del presente estudio fueron estudiar:
1) el efecto de la filtración estéril y del contenido de SO2 sobre el oxígeno disuelto y el crecimiento de levadura durante el tratamiento con Mox, y
2) el efecto del desarrollo de levaduras sobre el color, acetaldehído, pigmentos derivados de antocianos, taninos, características sensoriales y clasificaciones hedónicas.
La ponencia mostrada en este vídeo se presentó en el “International Congress on Grapevine and Wine Sciences” - ICGWS (Logroño, España, 7-9 de noviembre de 2018) organizado por el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV).
Suscripción anual a Infowine: por solo € 60 (IVA incluido), puedes acceder durante todo un año a todos los contenidos Infowine Premium publicados en la revista (pulsa aquí para inscribirte)