Los sensores para la medición de la humedad son instrumentos  muy útiles no sólo para la viticultura, sino también para muchos otros cultivos. Sin embargo los instrumentos a disposición tienen un tamaño demasiado grande, un precio alto y a menudo tienen que ser leídos de forma manual.

Investigadores de la Universidad de Cornell han desarrollado un sensor microfluidico para la determinación de la humedad con un chip de silicio del tamaño de un dedo en su interior,  cien veces más sensible que los dispositivos actuales. Actualmente están realizando ensayos con mediciones en suelo y tallos y esperan poder producir este  instrumento a un precio muy reducido.

El chip, que se puede conectar a una tarjeta para la transmisión inalámbrica de datos o a un data logger ya existente, se introduce en el suelo o en el tallo de forma estratégica y se puede dejar durante años, aunque son sensibles a las temperaturas de congelación.
Uno de los principales objetivos es desarrollar un instrumento de gran precisión económico y fácil de usar.

Los sensores aplican la  tecnología microfluídica que requiere la presencia de una pequeña cavidad dentro del chip. La cavidad se llena con agua, el chip se introduce en el tallo o en el suelo y a través de una membrana nanoporosa, intercambia humedad con el medio ambiente y mantiene una presión de equilibrio que es determinada por el chip.

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