El viñedo representa un sistema ecológicamente débil ya que, en las tradicionales prácticas de cultivo, el control de enfermedades, insectos y malas hierbas se efectúa mediante el uso repetido y continuado de productos químicos de síntesis que generan mecanismos de resistencia en los organismos objetivo, provocan la acumulación de residuos tóxicos en el medio ambiente y están relacionados con la aparición de algunas patologías graves en las poblaciones que viven en zonas vitícolas. 

En este estudio se evaluó el efecto de tratamientos con agua ozonizada y electrolizada en el viñedo frente a bacterias, hongos y levaduras presentes naturalmente en hojas y racimos.

Los resultados obtenidos demuestran que la sustitución de algunos tratamientos químicos con agua ozonizada o electrolizada, representa una alternativa válida a tener en cuenta con el fin de reducir el impacto medioambiental provocado por el uso masivo de pesticidas en los viñedos.