Este estudio fue conducido a lo largo de tres temporadas con uvas Shiraz irrigadas procedentes de zonas de climas cálidos. El objetivo era determinar si los diferentes pesos de las bayas (considerando cargas de uva de vides con poda mínima, autoenraizadas o con portainjerto Ramsey), conducían a diferencias en la composición de los zumos, en la composición de los vinos o en las características sensoriales de los vinos. Como era lógico, el peso de la baya resultó aumentar junto con el número de semillas, pero las bayas que se encontraban en la categoría de tamaño más pequeño (0.3-0.7 g) produjeron un zumo con un nivel de sólidos solubles y de pH parecidos; y concentraciones de K+, ácido tartárico y ácido málico, parecidas a las de las bayas de mayor peso (1.4-2.0 g). Sólo en el caso de las uvas pertenecientes a la categoría de menor peso (0.3-0.55 g) mostraron indicios de una mejor intensidad colorante (en las vides autoenraizadas y con portainjerto Ramsey) o una mayor concentración de antocianos (en las vides autoenraizadas) al compararlas con las bayas más grandes (1.4-2.0 g). Las concentraciones de ácido tartárico y de K+ en los hollejos fueron superiores en las uvas de la categoría de menor peso (0.3-0.7 g) y disminuían al aumentar en peso de la baya (hasta 1.4-2.0 g). Se observó una fuerte correlación (R2 = 0.85) entre las concentraciones de ácido tartárico y de K+ de los hollejos dentro del rango de tamaños estudiado. La comparación entre los vinos obtenidos mediante microvinificaciones a partir de bayas pequeñas (0.8-0.9 g) y a partir de bayas grandes (1.2-1.3 g) no mostró ninguna diferencia por lo que respecta a los sólidos solubles, la acidez total o el pH del mosto; ninguna diferencia tampoco en relación al pH, la acidez total, K+, ácido tartárico, ácido málico, características espectrales o propiedades sensoriales de los vinos correspondientes. Además, las bayas pequeñas presentaron un cociente hollejo/fruto parecido y un rendimiento parecido al de las bayas grandes. Sin embargo, después de la fermentación, el cociente peso de las semillas/ peso de los hollejos fue mayor en el caso de las bayas pequeñas. El rango de pesos de las bayas considerado en las microvinificaciones (de 0.8-0.9 g hasta 1.2-1.3 g), abarca el rango de pesos típicos de las bayas de Shiraz presentes en los viñedos irrigados (de 0.8 a 1.5 g), y por tanto confirma la importancia de estos resultados para la vinificación. Por último, los datos sobre la variación de la composición de los mostos y los vinos en función del tamaño de las bayas, mostraron una tendencia constante durante todas las temporadas. Esto demuestra que los resultados publicados que indican una mejor calidad de los vinos obtenidos a partir de bayas pequeñas (a menudo asociadas a algunos tratamientos de poda o estrategias de riego deficitario), es más probable que sea debido a los efectos del tratamiento que conduce a unos frutos pequeños, más que al desarrollo de diferencias intrínsecas entre bayas grandes y pequeñas. (Se aconseja la lectura del texto completo. Título original:”Shiraz berry size in relation to seed number and implications for juice and wine composition”)
El papel de los derivados de levadura enriquecidos con glutatión en la vinificación
Los derivados de levadura seca inactiva enriquecidos con glutatión (LSI-GSH) son derivados de levadura inactiva elaborados a partir de levaduras activas, capaces de liberar una gran cantidad de glutatión en el vino. Las LSI-GSH contienen paredes celulares, polisacáridos de levadura (especialmente glicoproteínas, como las proteínas manosa), minerales, oligoelementos, esteroles, ácidos grasos insaturados, glutatión, etc. Las […]
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