Vinos más saludables gracias a la aplicación de nuevos tratamiento en campo derivados de los subproductos de la actividad vitivinícola transformados en compost y en agua de riego.
«Un proyecto muy ambicioso», reconoce Eva Monago, directora del mismo, cuyo objetivo es crear un ciclo ecológico biosostenible. Es decir, un proceso en el que los residuos de la bodega y del campo -como son los restos de poda, los orujos y los raspones- se puedan utilizar de nuevo en la explotación y pasen de ser un desperdicio que no genera ningún beneficio a convertirse en un valor añadido que contribuya a aumentar la cantidad polifenólica y antociánica -los compuestos fenólicos- de los vinos de forma natural.
Además, estos tratamientos pretenden hacer a las viñas más resistentes frente a plagas y enfermedades.
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