En el panorama actual, con una demanda de alimentos en aumento, la creciente prohibición de numerosas materias activas y la necesidad imperante de maximizar la producción de los cultivos posiciona al sector de la biotecnología vegetal como una de las líneas de estudio con mayor potencial. Uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es la obtención de plantas sanas al tiempo que se protege el medio ambiente. En este contexto, el diagnóstico preciso y precoz es fundamental a la hora de prescribir un producto fitosanitario específico y de forma controlada, disminuyendo con ello que se propague la plaga o enfermedad y así evitar pérdidas por el aumento en el uso pesticidas o de la productividad de las cosechas.
La utilización de productos fitosanitarios y fertilizantes trae como consecuencias negativas principales la disminución de la biodiversidad y la contaminación del suelo y agua. Por el contrario, el uso regular de bioestimulantes genera una mejora en la calidad de los productos agrícolas sin comprometer el medio ambiente y contribuye con ello, a una mayor sostenibilidad del sector agropecuario. Según el EBIC (European Biostimulants Industry Council) un bioestimulante incluye diversas formulaciones de compuestos, sustancias, microorganismos y otros productos, que se aplican a plantas o suelos, para regular y mejorar los procesos fisiológicos del cultivo (absorción y asimilación de nutrientes, tolerancia a estrés biótico o abiótico), haciéndolos más eficientes y mejorando algunas características agronómicas.
Es bien conocido el papel de los microorganismos en la salud vegetal. Dentro del microbioma, Trichoderma es uno de los endófitos más abundante que se aísla de plantas sanas. El éxito de este microorganismo y su uso como bioestimulante se debe a su alta capacidad de crecimiento, eficacia en el uso de nutrientes, capacidad de modificar la rizosfera, actividad antagonista frente a hongos patógenos y eficiencia en promover el crecimiento de plantas y estimulación de las defensas.
En combinación con lo anterior, los extractos vegetales tienen múltiples propiedades beneficiosas que llevan siendo utilizadas desde la antigüedad. Atendiendo a nuestra actual biodiversidad como potencial recurso es posible elaborar extractos naturales de plantas con el objetivo de desarrollar productos de aplicación en planta o en suelo, que mejoren y regulen los procesos fisiológicos de los cultivos haciéndolos más eficientes y productivos.
El recién nacido proyecto Proplantae dirigido por Vanesa Redondo Fernández Dra. en Biotecnología por la Universidad de Vigo con importante experiencia en diferentes centros de Investigación en el área de la fitopatología y particularmente en el biocontrol, ofrece a las empresas productos y servicios con el fin de contribuir a que sus cultivos sean más sostenibles.
Para ello ofrece un servicio de diagnóstico de los agentes implicados en las patologías y prescripción de tratamientos priorizando los de naturaleza biológica frente a la química, junto a un asesoramiento personalizado que incluye visitas a parcelas, recogidas de muestras y seguimiento. Además, ofrece servicios de aislamiento in situ de microorganismos con potencial actividad antagónica, diagnóstico y aislamiento de todo tipo de cepas fúngicas, cultivo y conservación de cultivos. Por ende, otro tipo de trabajos científicos e I+D+I. Para más información visite su página web (https://proplantae.es) donde se listan los servicios que ofrece.
Aunque hace tan sólo 2 meses que ProPlantae abrió sus puertas, cuenta ya con la colaboración de la Bodegas Marqués de Vizhoja S. A. U., una de las bodegas más emblemáticas de las Rías Baixas. En este sentido, Marqués de Vizhoja quiere apostar por el uso de métodos alternativos para el control de patógenos de vid apoyándose en el uso de tratamientos que bien por su aplicación, su efecto o naturaleza sean más sostenibles con el medio ambiente. Además, cuenta con la colaboración del laboratorio de Microbiología Industrial y Biotecnología Microbiana, dirigido por la Dra. Carmen Sieiro, Catedrática de Microbiología en el Departamento de Biología Funcional y Ciencias de la Salud de la Universidade de Vigo y que está integrado en el grupo de investigación “Innovación en Agroalimentación y Salud” de la mencionada Universidad.
Con la intención de dar a conocer su trabajo, Vanesa Redondo, promotora de Proplantae ha hecho una convocatoria vía redes sociales para dar a conocer el laboratorio y obsequiar a todo aquel que se acerque con una serie de productos florales elaborados en el laboratorio relacionado con las hierbas de San Juan.
La noche del 23 de Junio, la noche de San Juan, está llena de tradiciones paganas que aún hoy en día se conservan. Una de ellas consiste en la recolección de 7 especies de plantas (romero, hipérico, salvia, hinojo, helecho macho, retama y hierba luisa), todas ellas con propiedades medicinales, introducirlas en un recipiente lleno de agua y dejar éste macerar toda la noche bajo el rocío. A la mañana siguiente, esta agua se usa para lavar la cara con gesto de purificación o de protección. El extracto de plantas elaborado por ProPlantae facilita que, sin tener que conocer las especies ni tener que ir a recolectarlas, a quien allí se acerque, pueda realizar esta arraigada tradición popular. Sin menoscabo, este extracto será testado contra agentes fitopatógenos y tal vez, la sinergia de estas mágicas plantas sea capaz de controlar a la más agresiva de las enfermedades.
Más información:
vanesaredondo@gmail.com,
proplantae@gmail.com