Desarrollada dentro del proyecto europeo iSQAPER en el que participan investigadores de la UPM, ha sido propuesta como caso de éxito por la Comisión Europea. La app informa a los agricultores sobre cómo mejorar sus suelos y les ofrece la opción de incorporar nuevos datos en un modelo de aprendizaje colaborativo.

Una app que explica a los agricultores cómo actuar del modo más adecuado para que la calidad del suelo no se vea perjudicada. Eso es SQAAP, la app desarrollada dentro del proyecto europeo iSQAPER, en el que participan investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y que acaba de recibir la consideración de “historia de éxito” por parte de la Comisión Europea.

iSQAPER parte de la idea de utilizar los smartphones y las múltiples posibilidades que estos ofrecen en la actualidad para ayudar a los agricultores a mejorar la calidad de los suelos alejándose de prácticas habituales que pueden comprometerlos.

“Durante los últimos 20 años, los agricultores han visto cómo la demanda de productos para alimentar a la población mundial aumentaba y eso les ha llevado a emplear  sustancias químicas, someter a los terrenos a cosechas a gran escala y usar, de modo mucho más abundante,sistemas de drenaje  que, a largo plazo, han acabado por reducir la calidad de los suelos”, explica Ana Iglesias, investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas y del CEIGRAM (UPM-INIA) y una de las investigadoras que participa en el proyecto.

Ese deterioro de la calidad del suelo es algo de lo que los científicos han advertido en los últimos años, ya que, de no tomarse medidas, en el medio-largo plazo el suelo acabará perdiendo buena parte de sus nutrientes lo que se traducirá en cosechas mucho más reducidas que pueden poner en peligro la sostenibilidad de la alimentación mundial.

“Nuestro objetivo con SQAPP, la app que hemos desarrollado dentro del proyecto europeo, es que los agricultores tengan a mano una herramienta sencilla que les diga cómo deben actuar en cada momento para mejorar la calidad del suelo”, añade Ana Iglesias.

La app permite a los agricultores introducir su localización y les proporciona datos sobre el terreno en el que están cultivando, como su salinidad, alcalinidad o si hay algunas amenazas que afecten a su calidad, como puede ser la erosión del agua.  “A continuación, la app les ofrece las soluciones más óptimas para cultivar ese terreno que incluyen desde las propias técnicas agrícolas hasta el empleo de diferentes sistemas de drenaje”, apunta.

Una herramienta novedosa, señalada por la Comisión Europea

Aunque ya existían en el mercado otras aplicaciones que ofrecían datos a los agricultores sobre la calidad de sus terrenos, SQAAPP, que está disponible para su descarga desde julio de 2018, ofrece novedades que han llevado a la Comisión Europea a fijarse en ella como un caso de éxito. “Las recomendaciones costo-efectivas que ofrece son una de las claves de su carácter innovador a lo que se suma que el software empleado por los investigadores ofrece también una puntuación, en porcentaje, sobre el grado de mejora potencial que tiene un determinado terreno”, explica la investigadora de la ETSIAAB.

“Para hacer posible una aplicación como esta, ha sido necesario reunir enormes cantidades de información, no solo sobre las características técnicas de los suelos, sino también del modo en que los agricultores los estaban utilizando en climas  similares, pues solo de ese modo podíamos inferir que un modo de uso era mejor que otro a la hora de enriquecer la calidad de los suelos”, añade Iglesias. “Todo ese conocimiento se ha volcado en la app y es lo que hace posible que los agricultores tengan ese acceso inmediato al modo en que pueden mejorar la calidad de sus suelos”.

Una app colaborativa

La participación de los propios agricultores es otra de las ventajas que presenta SQAAPP, ya que ellos mismos pueden introducir datos sobre sus terrenos que ayuden a otros agricultores a tener más información sobre cómo pueden mejorar la calidad de los suelos.

“La contribución de los usuarios en la creación de un banco global de conocimientos es otro de los pilares de esta app y del proyecto europeo que gira en torno a ella. Con los datos que nos aportan quienes de verdad están en contacto con el suelo podemos ofrecer una información mucho más amplia y precisa al resto de usuarios de la app, ayudando al  sector a seguir siendo competitivo en un mercado global en el que mejorar la calidad del suelo es fundamental para garantizar la calidad de la producción”, concluye Ana Iglesias.

En los próximos meses, está previsto que la app alcance una nueva versión que incorporará nuevas funcionalidades y que permitirá a los agricultores no solo mejorar la calidad de sus suelos sino avanzar en un conocimiento colaborativo de los mismos.

Fuente: Comunicación UPM.