La iniciativa, coordinada por el IRTA, ha contado con la participación de la Comunidad de Regantes y con fondos de la UE y se ha centrado en una finca piloto de 100 hectáreas con riego programado, teledetección y modelos de cultivos.

El proyecto “Rentabilidad de la aplicación de nuevas tecnologías para la consecución de un riego con máximo de eficiencia hídrica en una finca piloto de 100h de viña ecológica y convencional” liderado por  Raimat ha querido establecer una nueva metodología integrada basada en el uso de herramientas de información geográfica, teledetección y modelos de simulación de cultivos y riego. El objetivo de la misma es facilitar al productor la gestión del riego de una finca de forma efectiva y práctica y lograr el máximo de eficiencia hídrica.

El proyecto se llevó a cabo en una finca piloto experimental de 100 hectáreas de viñedo ecológico y convencional. La integración de las nuevas tecnologías tuvo en cuenta diferentes aspectos como la gestión y control del estrés hídrico de los cultivos por cada sector de riego de una gran finca, así como la reducción de la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes mediante la reconversión de la producción de vino en ecológico.

Para alcanzar la meta se utilizó la última tecnología en programación de riegos, teledetección y modelos de cultivos. Asimismo, también se aplicaron mejoras en la ingeniería de la red de riego mediante protocolos de sectorización parcelaria basada en técnicas de teledetección para obtener zonas más homogéneas. Todo esto permitió aplicar los recursos con mayor precisión para evitar la incidencia de eutrofización de freáticos y lavados de suelo excesivos.

Con la aplicación del riego de precisión se pudo ahorrar un 25% de agua en comparación con los años anteriores. Además, se mejoró el rendimiento productivo y la calidad de las uvas. El análisis de la variabilidad espacial dentro de la finca, utilizando índices de vigor vegetativo obtenidos con imágenes multispectral de satélite, mostró una reducción significativa del crecimiento vegetativo, dentro del mismo sector de riego, entre el año 2015 hasta el final de la actividad en el año 2017.

Esta tecnología permite beneficiar a los viticultores mediante el aumento de la eficiencia en el uso del agua y la mejora del rendimiento y composición de la uva.

El proyecto lo ha llevado a cabo el Grupo Operativo liderado por Raimat, y coordinado por el IRTA, con la participación de la Comunidad de Regantes de Raimat.

Un Grupo Operativo es un partenariado en el que sus miembros comparten intereses comunes en torno a un proyecto de innovación específico y de carácter práctico vinculado al sector agroalimentario. Los Grupos Operativos reciben financiación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) para la constitución y redacción del proyecto común o bien para la ejecución de un proyecto piloto innovador.

Fuente: INNOVAGRI