Como en los otros artículos de esta serie, el autor realiza una descripción pormenorizada y práctica de los puntos más destacados, en este caso de la termovinificación clásica y del Termoflash de uvas alteradas por Botrytis. Se trata de técnicas de gran interés para este tipo de uvas cuya aplicación tendrá que ser razonada en función de las características de la uva y del objetivo de producto: si el color del mosto es correcto el empeño económico que exige será seguramente recuperado gracias a la mayor estabilidad del color. Un factor fundamental del proceso es el control de las temperaturas de calentamiento y maceración (la actividad máxima de la lacasa tiene lugar a 40-50ºC mientras que se inactiva a 70ºC). Gran interés tiene el uso de enzimas (más mosto, más color, escurrido, prensado y limpieza del vino facilitados, color más estable). El autor resalta la importancia de otras fases como la eliminación rápida de los fangos, la elección de la levadura (existe alto riesgo de olor a sulfhídrico y de SO2 total elevada), aporte de oxígeno durante la FA, inmediata limpieza del vino después de la FA, etc.